El Negro y la medalla de Genaro

Ni en los peores tiempos en que había bastante materia para provocar su caída. Eran sus “producciones’’ de la francesita Florence Cassez, que hizo aparecer como una de las más crueles secuestradores del peligroso grupo “El Zodiaco’’.
Por lo que fue condenada a 60 años de cárcel en nuestro país y generó un escándalo diplomático con Francia, el cual perdura o cuando se presentó a Edgar Valdez Villarreal “La Barbie’’, que se reía cómo los guionistas de Genaro García Luna daban atole a los mexicanos, para no recordar más. Ahora se ha visto al titular de la SSPF bajo oleadas políticas.
Todo esto lo desato haber aceptado una medalla excepcional, no se sabe porqué, que le otorgó el gobierno de Colombia en reconocimiento a su intensa y tenaz lucha contra narcotraficantes mexicanos y sudamericanos y la limpieza, supongo, en Ciudad Juárez de los malosos, hoy se encuentra sitiado por frentes políticos en la Comisión Permanente.
Primero quieren que renuncie por violar la constitución, al recibir la presea y que pierda su “nacionalidad’’ en consecuencia, ésta última que ha defendido con todo aplomo debido a sus espectaculares resultados de mantenerse en cargos relevantes durante 10 años en dos gobiernos panistas.
¿Qué paso?
A las 05:20 minutos de ayer sonaron los teléfonos celulares de varios reporteros que cubren la fuente de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF). Un acto inusual.
Para citar a una conferencia de prensa porque a las 08:30 horas del miércoles 25 de mayo se daría a conocer una importante captura.
¿Sabes qué hora es? Replicaron varios reporteros. Entre ellos su servidor. Se repreguntó ¿acaso detuvieron a Joaquín El Chapo Guzmán?
La respuesta fue ¡No sabemos! Y vino a la memoria una llamada igual e inusual, cuando en marzo del 2002. Sonó el celular y se dijo: “La Secretaría de la Defensa Nacional y PGR los invitan a que nos acompañen a Cholula, Puebla, para atestiguar la captura de uno de los capos máximos del cártel de Tijuana’’.
¡Ni hablar! Salimos de madrugada a la SEDENA. Se abordó el camión y no se dijo nada. Se respiraba ambiente. Había algo que el olfato periodístico a veces no falla. Fue cierto, el máximo representante de ese cártel de la droga fue detenido.
Dos meses antes había sido abatido por un policía “turístico’’ en Mazatlán, Sinaloa, su hermano, el sanguinario Ramón Arellano Félix, que buscaba acabar con su acérrimo rival, Ismael “El Mayo’’ Zambada.
Ahora, en esa llamada de madruguete, el sentimiento era otro. Precisamente aplicar un madruguete a la oleada que le viene encima al creador y enterrador de corporaciones policiacas federales.
Se ¿pensó?
Sí. En ocasiones los reporteros pensamos –no solo su servidor-: “García Luna esta en broncas. Si no es su renuncia, aunque dijeron era presentación, se sacará un as de la manga’’. Y así fue.

CONTRADICCIÓN DE TESIS

La tan detestable conferencia matinal, que no matutina, fue para decir que se capturó a Julio de Jesús Radilla Hernández “El Negro’’. A quien le imputaron de entrada la muerte de siete personas en Temixco, Morelos, entre ellos, Juan Francisco Sicilia, hijo del poeta Javier Sicilia, quien el pasado 8 de mayo pidió la cabeza de Genaro García Luna por su incompetencia.
¡Vaya que coincidencia! ¿O pienso mal?
Ahora García Luna, está envuelto en un tórrido debate de la Permanente, donde no solo quieren quitarle su “nacionalidad’’, su cabeza, sino ahora someterlo a un juicio político.
¿Hay alguna esperanza?


Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com