Se le cae la casa a Marisela

Sin fundamentar ni motivar el por qué 21 Delegados de la Procuraduría General de la República (PGR) en mismo número de entidades presentaron su renuncia el 29 de julio pasado, deja más dudas que claridad, sobre todo al manejar es parte de la “reestructuración’’ lo único que sembró es que la casa no se encuentra bien.
Y lo más grave es que después del golpeteo en los medios de comunicación la PGR salió con unas palabras de la abogada de la nación, Marisela Morales Ibáñez que simplemente califico la renuncia de sus muchachos como una “depuración’’.
¡Inusitado, sí! Es el único término que se puede aplicar que 21 de 32 Delegados, rectores de la política anticrimen que se manda desde el centro del país, hayan decidido renunciar voluntariamente, sobre todo algunos de ellos asentados en sitios de vital importancia para la estrategia nacional anticrimen que tanto se divulga.
No sería mejor si la transparencia hubiera abundado en el anuncio de Rosa Elena Torres Dávila, si hubiera dicho que están “bajo investigación’’ o se les perdió la “confianza’’ como lo han hecho en otras ocasiones o mucho mejor, que algunos serán sancionados o consignados por hechos presuntamente delictivos.
No. Al contrario la duda está ahí ante la parvada de Delegados de Aguascalientes, Chiapas, Coahuila, Distrito Federal, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas, que se fueron, sin dar nombres.
Casi todas esas Delegaciones sumidas en altos grados de violencia y otras más empezando a mostrar grados de peligrosidad de alto impacto.
Eso no es todo, sino que las Delegaciones de PGR en Baja California, Nayarit y Puebla, siguen sin un titular, solo cuentan con encargados de despacho desde que Morales Ibáñez llegó como la primera procuradora general de la República en la historia de la institución.
Los únicos leales que quedaron son Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Nuevo León, Tabasco y Yucatán.
A todas estas dolencias, si se toma en cuenta los fracasos para procesar al exalcalde priísta de Tijuana, Baja California, Jorge Hank Rhon o la libertad obligatoria, aunque se manejo “bajo reservas de Ley’’ con un localizador electrónico de Gregorio Greg Sánchez Martínez excandidato del PRD a la gubernatura de Quintana Roo por el PRD.
Y si quieren echarle más leña al fogón, la fuga este fin de semana de un hospital del Distrito Federal donde estaba “arraigado’’ Héctor Eduardo Guajardo Hernández El Güicho, operador del cártel del Pacífico que comandan Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada y el verdadero Jefe de Jefes, Juan José Esparragoza Moreno El Azul, junto con dos policías federales que lo cuidaban, pues entonces la señal es que el caldero esta hirviendo.
Mejor paramos porque si se sigue recordando se diría la célebre frase dominguera “aún hay más’’.¿O se le está cayendo la casa a doña Marisela?

CONTRADICCIÓN DE TESIS

Lo que si no tuvo comparación al clima que impera en PGR, es lo anunciado por la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) tras la captura de José Antonio Acosta Hernández El Diego, a quien le imputaron 1,500 asesinatos en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Las masacres de jóvenes en Villas de Salvárcar, de Centros de Rehabilitación “Fe y Vida’’, los homicidios de tres empleados del Consulado de Estados Unidos en esa ciudad, de policías y funcionarios.
Sólo falto que le indilgaran los asesinatos de las malogradas Mujeres de Ciudad Juárez.
Ahora la pelota se encuentra en PGR, pero como se encuentra la situación, mejor les deseamos la mejor de las suertes a los Agentes del Ministerio Público Federal que integrarán la averiguación previa y la carpeta acusadora para presentar al desalmado criminal ante los tribunales, según esa institución.


Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com