jueves, 16 de febrero de 2012

Corre el reloj contra los huastecos priístas




El reloj de arena se agota para tres exgobernadores huastecos de Tamaulipas, surgidos del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Los frentes en su contra, se siguen abriendo y no por cuestiones electorales, sino presuntos nexos con el crimen organizado y cárteles de la droga, quienes mantienen en zozobra a los tamaulipecos, así como tierra de nadie, esa entidad, desde 1993 a la fecha.
José Cuitláhuac Salinas, responsable de la Subprocuraduría de Investigación Especializada (SIEDO), forzado a declarar por los comunicadores, luego de dar a conocer el resultado de una operación “espejo’’ México-Estados Unidos, contra una red internacional de trata de personas, que prostituía a jóvenes en ambas naciones, tuvo que aflojar algo, sobre los tres exgobernadores.
Se le hizo una pregunta inducida y se enganchó. Reconoció que la investigación que lleva la agencia antinarcóticos estadounidense, Drugs Enforcement Agency (DEA), no ha sido compartida con las autoridades mexicanas, entre ellas la Procuraduría General de la República (PGR).
Aceptó que la DEA, divulgó parte del expediente 12-MJ/00120-NSN, donde el “testigo protegido’’ –porque allá, sí lo son- el mexicano Antonio Peña Argüelles, señaló a Tomás Yarrington Ruvalcaba, como protector del cártel del Golfo, cuando aún mandaba el extraditado a Estados Unidos, Osiel Cárdenas Guillén y luego a Los Zetas.
La audiencia de Peña Argüelles, ocurrirá el próximo martes 21 de febrero, ante la Corte para el Distrito Oeste de Texas, allá donde falsear declaraciones, como define la “Law&Order’’ como “perjurio’’, es más castigado o penado, incluso aún más que los cargos que enfrenten. En México, el mentir, es “deporte nacional’’ como cuando la pirinola política marca: “todos…mienten’’.
De ahí, partirá la mira de la DEA, Federal Bureau Investigation (FBI) o U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE), contra los blancos de Yarrington Ruvalcaba y otros tantos más, relacionados a esos hechos.
A Manuel Cavazos Lerma –que desea ser Senador en el 2012- y Eugenio Hernández Flores, que junto con Yarrington Ruvalcaba, gobernaron Tamaulipas de 1993 al 2010, en fila.
P(ri)mero Cavazos Lerma, luego, Yarrington Ruvalcaba y por último Hernández Flores, la SIEDO, les está tendiendo la cama.
El fiscal anticrimen, Cuitláhuac Salinas, informó que llevarán las investigaciones sobre presuntos nexos con el crimen organizado o narcotráfico, hasta el final y se van a citar a todos los que tengan algo que aportar, incluyendo a los exgobernadores huastecos.
Lo que si no quiso mencionar, es en qué estatus legal o jurídico, tienen los tres en este enjuague. Se limito a decir que “si dentro de la indagatoria resulta necesario requerir comparecencias para tomar declaración a testigos o probables responsables, lo haremos’’.
Sobre el asesinato del excandidato priísta a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, ocurrido en junio del 2010, que luego ganó su hermano Egidio Torre Cantú, se limito a decir, que se siguen agotando las líneas de investigación y se han seguido todas las pistas, por lo que no se puede revelar, nada más.

CONTRADICCIÓN DE TESIS

Precisamente, ese es el ahora temor de Yarrington Ruvalcaba, porque sí el testigo Peña Argüelles, ratifica que es responsable de la ejecución a manos de un comando de sicarios de Rodolfo Torre Cantú, por no haber respetado tratos con el crimen organizado.
¡Creo que le ira, peor que el hundimiento del barco “Costa Concordia’’ o su excapitán.
Como sea. Se agota el tiempo y será muy trillado pero, es esencial decir, que a los tres exgobernadores, terminarán por decir: “cuando el destino nos alcance’’.


Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com

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