De lo político a lo criminal ejecución de exgobernador y Mando Único

Hasta las últimas consecuencias, frase trillada del leguaje político-criminal mexicano recetó el presidente Felipe Calderón en Manzanillo, Colima; para demandar aclarar la ejecución del exgobernador Silverio Cavazos Ceballos. Una más, así de simple.
Mientras el gobernador actual de Colima, Mario Anguiano y Arturo Díaz Rivera que él puso al frente de la procuraduría general de la Justicia del estado (PGJE) se les hace “agua el engrudo’’.
El primero sostiene “en lo personal’’ que fue una ejecución del crimen organizado, que hay suficientes vínculos que así lo exponen e incluso recordó que durante la administración de su antecesor, éste sometió a grupos criminales que se asentaron en la región, sobre todo para frenar la introducción de efedrina.
Ese precursor químico que sirve para realizar las drogas sintéticas o duras que son la locura para los consumidores estadounidenses y sus estrellas de Hollywood, sino busquen muestras, hasta en novelas del corazón, chismes, entretenimiento dan cuenta de esto.
Elaboración de drogas que para los cárteles de Sinaloa, El Pacifico, La Familia Michoacana, El Golfo, Ciudad Juárez o Tijuana, ha hecho cambiar el tráfico, ante la baja del consumo de cocaína, heroína y marihuana, y sobre todo porque es más barato producirlas con excelentes ganancias.
Si no vean estas cifras del informe “Bi-National Criminal Proceeds Study’’ y el Informe Mundial sobre las Drogas 2010 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que se establece que a fines del 2007 y hasta finales del 2009 “aumentó la pureza de la metanfetamina vendida en Estados Unidos y ha disminuido su precio’’.
Claro esto por las organizaciones criminales mexicanas las ofrecen a un precio de 260,000 dólares el kilogramo. ¿Cuánto dará en toneladas? Así lo reportó El Economista en su diario impreso.
Bajo estos argumentos multimillonarios, qué se podía esperar si el exgobernador enfrentó durante su mandato a organizaciones tan poderosas como el cártel de Colima de la familia Amezcua Contreras, mejor conocidos como “Los Reyes de las Metanfetaminas’’ y hasta el chino-mexicano preso en Estados Unidos, Zhenli Ye Gon tenía la “patente oficial’’ para importar efedrina a través de Manzanillo.
Y aún más, Ignacio Nacho Coronel Villarreal, abatido recientemente por tropas del Ejército en Jalisco, tenía bajo su control la “importación’’ de esa sustancia química, según la DEA, ICE, SIEDO y Policía Federal en el mismo puerto colimense.
El hecho que no se hayan utilizado las violentas armas largas en el crimen del exgobernador, no significa que el planteamiento para asesinarlo y utilizar armas 38 Súper, no corresponda a la realidad del crimen organizado.
¿Quién sabía de sus movimientos. A qué hora saldría. En dónde estaría y cómo ingresaron los tres supuestos agresores a una zona residencial controlada?
Esa debería ser disertación, no que se llegue a las últimas consecuencias o no se deseche cualquier hipótesis y mucho menos, si se cree, sin comprobar, que no fue o sí obra del crimen organizado.
¿No sería eso la primera inquietud en responder?

CONTRADICCIÓN DE TESIS

Resulta que el Mando Único Policial se está volviendo un sainete. Hasta el Senado de la República donde se discutirá su viabilidad llegó el oficio SE-SNSP/250/2010, donde el Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) solicitó a los legisladores a que respeten las opiniones de los Gobernadores que han mostrado aceptación al mismo.
Otra hecho raro, en un México que cada vez es más extraño.
¿A quién le está urgiendo se apruebe esa modalidad?


Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com