viernes, 17 de septiembre de 2010

La papa caliente y el espaldarazo presidencial a Genaro



Sí había alguna duda que Genaro García Luna, responsable de la secretaría de Seguridad Pública Federal, es el consentido del Gabinete Presidencial, se despejó en el desfile del 16 de septiembre, durante la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México.
Quién pregunte hoy, sólo tiene que leer no entre líneas, sino ante hechos palpables.
Esto debido a que en el desfile por primera vez en la historia se vio participar a una corporación policiaca en los últimos 200 años. Fue la Policía Federal, tan cuestionada que paso y posó ante las cámaras su oronda dignidad.
¿Qué se ungió en la mente del general Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional y el almirante Francisco Saynez Mendoza, jefe general de la Marina Armada de México?
Eso no se sabe. Pero de que pasó, pasó.
¿Qué bueno que García Luna no es un suspirante por el PAN a ser parte de una triada de precandidatos a las elecciones del 2010?
De lo contrario, estarían sudando.
¿O será? Ante la persistencia de mantener el tema de inseguridad del país en la agenda política. Acaso Felipe Calderón piensa que puede seguir con el tema de inseguridad que lleve a posesionar al “suyo’’ y con ello frenar las estelas del infinito y más allá al “Astroboy’’ del PRI, Enrique Peña Nieto en los próximos dos años.
¡Sería de lunáticos! ¡¡¡Verdad!!!
Pero en México, todo es posible.
Hoy García Luna tiene una “papa caliente’’. En su Centro de Mando de Iztapalapa de la Ciudad de México, se encuentran dos jefes del “sicariato’’ como los definía con amigos el finado José Luis Santiago Vasconcelos, exzar antidrogas del país: “cuándo ellos lleguen a mandar en los cárteles de la droga, cuidado con México porque habrá problemas".
La SSPF, tiene a dos en su parcela.

CONTRADICCION DE TESIS

Edgar Valdez Villarreal "La Barbie", que llegó al Centro de Mando a principios del mes patrio. El segundo es Sergio Enrique Villarreal Barragán “El Grande’’, “El Comeniños’’ o “El King Kong’’.
Los dos se las tienen juradas. Villarreal Barragán porque sostiene que “La Barbie’’ traicionó a Arturo Beltrán Leyva “El Barbas’’ o “El Jefe de Jefes” y que es un informante de la agencia estadounidense antinarcóticos Drugs Enforcement agency (DEA).
Valdez Villarreal porque “El Grande’’ lo quiere aniquilar para quedarse con la plaza.
La pregunta es ¿Cuál? Cuando la misma Secretaría de Marina Armada de México (Semar) quienes lo capturaron, sostuvo que tenía controlado el tráfico de drogas en más estados que el propio quejoso o delator.
Bueno más allá de las delaciones, que no declaraciones de “La Barbie’’ ante las cámaras de “Producciones García Luna-Parra’’, que por cierto, el abogado de la nación Arturo Chávez Chávez, simple y llanamente dijo: “no sirven para nada’’ ante tribunales, es que los dos antes cómplices, hoy acérrimos enemigos, están juntos en instalaciones del titular de la SSPF.
¿Ojalá y a todos los que se encuentran en el Centro de Mando no les haya fallado el método de aplicación de confianza?
Porque tanto “La Barbie’’ como “El Grande’’, aún arraigados, cuentan con suficientes millonarios recursos económicos para pagar a quién sea para que uno de los dos quede sin vida.
Ese es riesgo. No deseo.
¿Pero entonces, quién va a explicar un desaguisado?
Son ideas, no apreciaciones de pitonisos.

Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com

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