¡El Chapo, El mayo y El Azul : Apá!

No se entendió que quiso argumentar Alejandro Poiré, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional con que la guerra declarada a los cárteles de la droga por el Estado provocó “inestabilidad y ruptura’’ entre ellos. Propagó que los espacios de impunidad de estos grupos se están reduciendo.
Entonces porque Ciudad Juárez, Chihuahua; Sinaloa, Durango, Michoacán, Guerrero entre otros, siguen reportando “ejecuciones’’ al por mayor, que a fin del 2010 colocará cifras escalofriantes de sangre, dolor y lágrimas, dado que entre ellas habrá más “daños colaterales’’ provocados por la “ridícula minoría’’ y equivocaciones de las fuerzas del mismo Estado.
De dónde secarán estos funcionarios públicos sus diagnósticos cuando la verdad es otra. Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) sufrió una embestida de diputados de la oposición claro, al comparecer en la Cámara de Diputados, pero sin ningún “sustento y argumento’’ solo parodias de reclamos.
¡Claro todo lo negó y tres veces, antes del canto del gallo!
Y salió con que todo son mentiras y aventó la común verborrea: “estamos implementando los mecanismos necesarios…’’. Misma película de Alejandro Poiré.
El Secretario Técnico habló que la acción de la Fuerza del Estado atomizó las luchas internas entre los cárteles de Ciudad Juárez, El Golfo, Los Zetas, Los Beltrán Leyva (Sinaloa), pero olvidó mencionar que también generó el nacimiento de otros como: La Familia, El del Pacífico Sur (CPS).
Y omitió las nuevas coaliciones no partidistas, sino criminales entre algunas de ellas como El Milenio, El Istmo, empero lo más gravoso, fue que no dijo nada del Cártel del Pacífico, donde no ha hecho mella ninguna acción de la fuerza del Estado, más que la muerte de Ignacio “Nacho’’ Coronel, exintegrante del Pacífico.
¿Acaso el Secretario Técnico? O más bien auxiliar técnico de la cruzada contra la delincuencia ¿Sabe algo que los órganos de seguridad, fuentes reporteriles, la maña o ciudadanía común y corriente ni siquiera huele?
Sabrá él algo más que su discurso triunfalista de que Joaquín “El Chapo’’ Guzmán, Ismael “El Mayo’’ Zambada o verdadero Jefe de Jefes: Juan José Esparragoza Moreno “El Azul’’, se han enemistado y pronto veremos que se hagan pedazos entre ellos.
Cuando ese grupo no ha mostrado músculo alguno aún ni contra las fuerzas armadas, pero sí como hicieron los que ahora se les “disminuyó los espacios de impunidad’’ al cobrar afrentas contra aquellos funcionarios que estaban en su nómina y no alertaron, entre quienes se cuentan Policías federales, exAfi´s o de las Procuradurías Estatales.

CONTRADICCIÓN DE TESIS

Estamos “así, así’’. Les suena el tono. Que la cuenta de Alcaldes mexicanos muertos en nueve meses llegue a la cifra de 19 ejecutados por grupos del narcotráfico, como ocurrió en Colombia en 1999, cuando en 12 meses se ejecutó igual número.
Empero, en la nación sudamericana ocurrió en el punto álgido de la narcopolítica, en momentos que Pablo Escobar Gaviria, capo del Cártel de Medellín, desató toda su irá contra aquellos políticos que respaldo con recursos económicos y logísticos que le dieron la espalda, incluidos candidatos presidenciales que prometieron abatirlo.
Sergio Armando Olvera, secretario general de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM), que tiene bajo su tutela unos 1,500 alcaldes del país –de los 2,435 que existen- comentó que se hizo llegar una petición al presidente Felipe Calderón, responsable de declarar la guerra a la “ridícula minoría’’, para que defina cómo se garantizará la integridad de los Presidentes Municipales.
La cual hasta el momento no tiene respuesta o se haya concretado el encuentro. Pero el flamante Alejandro Poiré, que sabe de todo, sino pregunten a las organizaciones religiosas, se lanzó a decir que: “hemos ofrecido a autoridades locales, a autoridades municipales todos los mecanismos para proteger a los servidores públicos’’.
La pregunta es ¿Cuáles son y a quiénes? Si todavía el Ejecutivo ni siquiera responde a los que todavía son munícipes vivos.


Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com