viernes, 18 de noviembre de 2011

Es un reconocimiento... ¡dijo el quinto!



En un día de coaliciones, que en unos meses serán “colisiones’’, no para gobernar claro, sino para repartir cotos de poder en la Cámara de Diputados, Senadores y un solo sitio, de la silla Presidencial, rumbo a al 2012, el presidente Felipe Calderón, nombró a Alejandro Poiré Romero, como el quinto Secretario de Gobernación de su gobierno.
El señor Poiré Romero, estuvo ya en la SEGOB, luego Vocero de Seguridad Nacional, donde: “habló…habló y habló’’, para después, ir al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CIESEN), para: “escuchar…escuchar… y escuchar’’, ahora, a: “dialogar…dialogar y dialogar’’, en un bullicio político escabroso, que ya arrancó.
Luego de ser presentado en la residencia oficial de Los Pinos, tomó el juramento de trámite. Pasó a su discurso. Que incluso, duró más que la intervención del Presidente, quien, le hizo el favor de nombrarlo al cargo.
¿Qué fue lo primero que se le escuchó al nuevo responsable de los asuntos del interior?
“¡Agradezco éste reconocimiento…!’’. Por qué lo dijo, quien sabe. Pero todos, preguntaron: ¡¿Sí lo dijo?!
En efecto. Así ocurrió. O al menos que la versión de la Presidencia, sea “rasurada’’.
¿Reconocimiento. No es por menospreciar, o especular, pero de qué?
En el gobierno de Calderón, estuvieron a cargo de la Secretaría de Gobernación (SEGOB ), primero. Su gran amigo, que apoyo y lo destapó para ser el “¡Hijo desobediente!’’ y de ahí desafío a la cúpula del Partido Acción Nacional (PAN), cuando Vicente Fox, era el jefe del instituto político blanquiazul, que buscó frenar su carrera de llegar al sitio, que él de ahora, deseo.
Francisco Ramírez Acuña, inició la búsqueda de acuerdos. Si lo logró o no. Eso se lo dejamos a los analistas que dicen saben de política. Pero, creo no lo hizo. Siguió el malogrado, Juan Camilo Mouriño, que iba al paso. Desgraciadamente falleció en un avionazo, que hasta el momento, mantiene dudas y lo que se les ocurra.
Llegó después, Fernando Gómez-Mont Urueta, un excelente abogado penalista. Rector de bufete que defendió millonarios y usureros, creados por gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que terminaron ricos y poderosos a costas de nosotros y contribuyentes.
Se fue de la SEGOB, por incongruencias “pactadas’’ a espaldas de su servicio como responsable de asuntos de interior. Simplemente porque hubo alianzas entre el PRD y PAN, cuando él había pactado con el PRI.
Aunque, sigue trabajando y obteniendo recursos económicos por sus buenos oficios, como muchos de sus excompañeros de la Escuela Libre de Derecho, de donde provienen el Presidente y su coherente esposa, Margarita Zavala.
Nos sobraría espació para detallar los litigantes operadores que hicieron maravillas, para frenar delitos cuando el expresidente, Carlos Salinas de Gortari, dejó el poder priísta y ayudó a crear fortunas, que ni siquiera pudieron ellos imaginar. Así era la impartición de justicia antes, pero ahora, sigue igual.
Llegó al cargo un jurista fronterizo, que se resistió en principio de formar parte del grupo de Calderón, al fin, acepto. Pero murió hace unas semanas: Francisco Blake Mora.
Ahora llega, Poiré Romero.
¡Que todo salga bien!

CONTRADICCIÓN DE TESIS

Ya que nos metimos en la bronca de Mexicana de Aviación. Pues sigamos, no.
¿Qué podemos perder?
¡Más que el vuelo!



Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com

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