lunes, 7 de noviembre de 2011

¡Qué poca... conciencia!



¿Qué fue eso? Que el Gobierno mexicano, ofrece perdón por los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua y envían a Felipe de Jesús Zamora Castro -¿les suena?-, subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob) y por la entidad, César Duarte, envía a Graciela Ortiz González, secretaria de Gobierno.
Sabemos que no es lo mismo, Gobierno que Estado. Pero también, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la regó. Solo sentenció al Gobierno a pedir “disculpas’’, por los casos de Laura Berenice Ramos, Esmeralda Herrera Monreal y Claudia Ivette González, hace 10 años, identificadas en el “Campo Algodonero’’, que más bien debería ser “El Campo de la Muerte’’.¿Y las demás “Muertas de Juárez’’? Utilizados como escarnio y condena de nuestros gobernantes de Chihuahua y Federal en un montón de foros desde hace más de una década y en cintas de cine, series, programas, documentales, investigaciones internacionales y nacionales.
¿Dónde quedaron los argumentos?
Para decir que México, pidió disculpas por las muertas del “Campo Algodonero’’, hizo falta la presencia del presidente Felipe Calderón o ya de perdida, del Secretario de Gobernación o ¿No?
Enviaron “gatos’’, perdonando la expresión. Tanto Federación, como Chihuahua. Eso sí, no faltaron promesas de que “vamos a hacer… vamos a impulsar’’.
Pero también debe sentir vergüenza, la CIDH. Sin quitar importancia, porque sólo basta una mujer muerta, para la indignación de cualquier ser humano.
Me gustaría que los que pidieron perdón, explicarán porque solo tres adolescentes, violadas y muertas deben ser emblemáticas. ¿Y las más de 10,000? Que propagaron grupos y asociaciones civiles, no gubernamentales, mexicanas, las metiches estadounidenses, europeas e incluso la CIDH, ¿significa que no ocurrieron?
Esa es otra cosa.
Bueno. Hay que entender. Serían gobierno federales anteriores los que tendrían que agachar la cabeza, orar y hacer una revisión de su labor. Las estatales de Chihuahua, igual, pero ahora la CIDH, después que hace 10 años, aceptó e involucro, para emitir una sentencia en 2009 y obligó al Gobierno, que no Estado, a pagar “recursos económicos, un acto público y levantar monumento en memoria de Laura, Esmeralda y Claudia’’, se conformó.
A lo que voy. Se hizo un acto público. Pero quién estuvo. Eso es, de verdad ¿auténtico o sólo es folclor?
¡Aquí no hay paradigmas! ¡Hay responsabilidades!
Y ojo. Se sabe que no es responsabilidad de Felipe Calderón y su gobierno. Como tampoco de Vicente Fox, aunque ocurrieron casos similares en sus mandatos.
Pero sí, se va a asumir una responsabilidad de Gobierno, que no de Estado, por lo menos, hay que recurrir a ser “puerco, pero no trompudo’’.

CONTRADICCIÓN DE TESIS

Van 300 elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), creados y “limpiados’’ por Genaro García Luna, flamante titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), a las acciones de resistencia civil, porque fueron dados de baja.
A Ellos, los habían convertido en Policía Federal Ministerial (PFM), que García Luna, quiso con el apoyo del presidente Felipe Calderón hacerlos suyo, pero el entonces procurador general, Eduardo Medina Mora, hoy flamante embajador en Gran Bretaña, ese que dijo que no “supo’’ de operativos consensuados para ingresar armas a México, se opuso.
Hay algo, que tendrán que enfrentar AFIS o PFM. Lo solicitado en reforma constitucional del artículo 123, apartado B, Fracción XIII de la Ley Federal del Trabajo o ¡¡¡¡Adiooosss!


Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com

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