¿Quién redacta los discursos de la Procuraduría?

La pregunta es por qué están poniendo en predicamentos gramaticales a la abogada de la nación, Marisela Morales Ibáñez, que como titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), sólo aprendido de memoria: “con estas acciones el gobierno de la República refrenda…’’ era todo lo que decía en conferencias o presentación de detenidos.
Y quienes llevaban la batuta del discurso en ese entonces eran los verdes. Funcionarios de alto nivel de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con quienes previamente había acordado lo que se podría decir o lo que no. Ahora como la primera procuradora general de la historia de México, debe asumir un papel “político’’ bajo el discurso de procuración de justicia.
Apenas empezaba su discurso de 11 cuartillas, cuando tropezó. Dijo “pleyade’’ (sic) en lugar de “pléyade’’. Más adelante volvió caer, dijo “sínceramente’’ (sic) en lugar de “sinceramente’’.
Y mejor pasó al discurso liberal, cuando nos encontramos en un gobierno “conservador’’ al destacar la imagen del Benemérito de las Américas, Benito Juárez y al gran jurista Ignacio L. Vallarta, por cierto, presea que le fue otorgada por el Consejo Nacional de la Abogacía.
Que es presidida por uno de los columnistas de El Economista-Diario, Miguel Arroyo Ramírez, motivo por el cual le prepararon el discurso lleno de pasión y coraje, escuchado por antiguos compañeros de batalla en PGR, como el general Rafael Macedo de la Concha, quien la llevó precisamente a esa institución y doña María de los Ángeles Fromow, entre otras “pleyades’’ más.
Ya no patino más, sino la prosa que no la poesía de su mejor amigo -¿o será enemigo? Que redacto el discurso, se descoció parafraseando a Ignacio L. Vallarta que leyó un 5 de mayo de 1867 en la ciudad de Guadalajara:
“¡En pie, Señores, y saludad en el pobre soldado de la República Mexicana, al ciudadano menesteroso que trabaja por la felicidad del mexicano!”.
¡Bendito sea mil veces nuestro hermoso país, cuya sombra reposa la esperanza de las generaciones futuras!
¡Benditas sean nuestras armas de la justicia y la legalidad que forjan el Estado Democrático de Derecho!
¿En verdad Morales Ibáñez creerá eso, cuando todavía no es realidad? Y que ella misma aceptó en una parte de su discurso.

CONTRADICCIÓN DE TESIS

En el mismo evento el Almirante-Secretario, Francisco Saynez Mendoza, quien de forma verbal, ya no comunicado destacó que el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre el caso Radilla, que obliga a que delitos cometidos por elementos de las Fuerzas Armadas en caso de derechos humanos sean juzgados por tribunales civiles, no impiden su labor de acometer contra el narcotráfico y crimen organizado.
Aunque aceptó que ni la institución que dirige la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR) como la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), no están preparadas para realizar una labor policíaca, están aplicando sus mejores esfuerzos para ello.
Pero que hace falta que los legisladores federales se pongan a trabajar para aprobar lo más pronto posible para que la Ley de Seguridad Nacional sea una realidad, que sería sano para la nación, sus habitantes e integrantes de las fuerzas armadas, porque contarían con un marco jurídico debidamente establecido.


Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com