Sin obviar nada ¡ gracias niños!

Se desató la violencia en Michoacán. Es nota. Pero lo que hicieron los niños de la selección Sub-17 es algo que: ¡carajo! Hay que disfrutar pues. Fuimos parte de los ojos puestos en la pantalla de televisión. Gozamos el uno-cero. Sufrimos el uno-uno. Maldecimos el dos-uno.
¡Pero qué tal el tres dos!
Hubieran deseado los políticos de cualquier color, antes de su dinero y cuotas de poder lograr poder hacer sentir el “gusto, angustia y satisfacción’’ juntos. Los chicos de esa selección verde que tratan de llegar a lo que hicieron sus anteriores: Campeones del Mundo en Perú y el domingo lo quieren hacer a su Patria.
Pueden burlarse ¡He! Cuando Julio Gómez se aventó a la portería porque había un defensa alemán que podría haber frustrado un gusto y salió lesionado, sangrando, mareado y con decisión de regresar. Algo que solo un animal herido puede hacer, se entendería.
Comente a algunos amigos reporteros de la fuente de la Procuraduría General de la República (PGR), con los cuales llevábamos 18 años sufriendo todo. “Ese chivo va a regresar como el Kaiser –recordando a Franz Beckenbouer- y lo hizo.
Pienso que hay jóvenes que pierden el tiempo leyendo este blog. Comenté: Julio Gómez regresa con vendas en su cabeza, sangrando –hubiera sido épico- el árbitro lo reviso y permitió su ingreso.
Agregue en ese estúpido comentario. “El va a ser el niño héroe’’.
¿Qué fue?
Todos ellos. Los 11 y los que entraron de suplencia nos tienen en ascuas hasta el domingo. Feliz domingo 10 de julio.
¡Lo esperamos!
Ahora sí que Dios otorgue su mano y bendición a todos los mexicanos que deseamos que lleguen esos niños a lo grande, para seguir imprimiendo una sensación que somos algo, pese a esos partidos políticos que solo viven de nosotros y creen que venden ilusiones o las instituciones creadas por ellos para decirles: sí.
Hubo y hay violencia en México. Pero de verdad qué ¡bonito!
Tienen todo el derecho criticarme.
¡Como este estúpido dice eso!
Saben. Hoy tengo una sonrisa. Eso no es que sea un borrego. Porque hasta mi familia me recibió diferente.

CONTRADICCIÓN DE TESIS

Ahora sí. Vamos por lo que nos preocupa. Michoacán otra vez se prendió. Hay muertos y un detenido.
Pero hay algo mejor.
Llegó Adriana Cuevas Argumedo a ser la vocera de la Procuraduría General de la República (PGR). Sustituye a un hombre que sí supo ser “vocero’’ de la Representación Social en los momentos más difíciles que vivimos de inseguridad pública común y federal.
Su nombre es Ricardo Nájera Herrera. No se fue, va por la Coordinación General de Investigaciones. Qué orgullo.
Saben que llegó a decir la mujer nueva. Que en la sala de prensa de PGR, no se bebe, debe ser una zona libre de alcohol.
Por qué no mejor preguntó, quienes son los reporteros que llevan años sacando la basura de las instituciones como a la que llegó a representar, antes que señalar un gusto o debilidad humana. Cómo la que ella tiene.
Mejor que ¡trabaje!



Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com