jueves, 21 de julio de 2011

Un informe relevante terminó en vedetismo



César Chávez Flores visitador general de la PGR, responsable de vigilar la rectitud de 20,606 empleados, eventuales y servidores públicos de la institución, traía consigo un informe relevante anticorrupción aplicado por la primera abogada de la nación en la historia, Marisela Morales Ibáñez en sus primeros 100 días en funciones.
Todo iba bien cuando el Visitador destacó que han sido separados de sus cargos 462 servidores públicos, se consignó a 111 y se encuentran en trámite otros 386 procedimientos de separación por que incurrieron en fraude, documento falso, robo, actos contra la administración de justicia, ejercicio indebido de servidor público, abuso de autoridad, falsedad en declaraciones judiciales, cohecho, peculado y otras linduras.
La sustancia de la información concluyó cuando Adriana Cuevas Argumedo, inicio El Prime Time o su vedetismo mostrado desde que asumió la Dirección de Comunicación Social de la Procuraduría General de la República (PGR), al utilizar la conferencia para “denunciar’’ un contubernio etílico entre funcionarios de la área que ella dirige con reporteros de la fuente.
Al viejo estilo represor anuncio una “limpia’’ en “La Isla’’ que se ha convertido la Sala de Prensa de Reforma número 3, entre ellos los comunicadores de todos los medios afectos a la adoración del dios Baco, así como de “pasquineros’’ que utilizan la instalación e infraestructura de Comunicación Social.
Las cámaras y micrófonos reportaron todo. Varios reporteros fueron requeridos a sus medios para explicar la situación. Pero no todo quedará ahí, solicitó nombres de todos los informadores acreditados, algunos de ellos con 20 o 25 años de experiencia y que han cubierto durante más de tres sexenios.
Lo que se olvidó Cuevas Argumedo, es que cuando llegó al cargo pasó a presentarse y observó que se estaba preparando una comida e invitada a ver el épico partido de fútbol entre las selecciones Sub-17 de México y Alemania, que ganaron los verdes y ella dijo: “¡yo disparo las cervezas!’’.
La respuesta fue rotunda. “¿Cervezas. Esta no es una obra. Es una institución?’’ en referencia a la comparación de albañiles que ya ha sido aplicada a los comunicadores incluso por un expresidente de la República.
Las poses de diva y vedete de la señora Directora de Comunicación Social no ha sido solo atestiguada por los informadores, sino por cámaras, desde la conferencia que ofreció la titular de la SIEDO, Patricia Bugarín el pasado miércoles. Solo hay que verlas.
Ahora asumió otra más. Al utilizar una conferencia para “denunciar’’ no solo a los borrachos reporteros y funcionarios de su área, sino que va investigar los gastos de remodelación del cuarto piso en sus instalaciones.
Porque dijo “se investigará’’ refiriendo a su antecesor, el ínclito amigo y Vocero de verdad, Ricardo Nájera.
Lo que no sabe o desconoce, es que esa remodelación se inició durante la administración del ahora embajador de México en Gran Bretaña y entonces procurador federal, Eduardo Medina Mora y su entonces jefe de prensa.
Bueno ella sabrá.
¡Así es que a temblar reporteros!

CONTRADICCIÓN DE TESIS

Y por si esto fuera poco la PGR contradijo a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) al reportar que la narcofactoría asegurada en Querétaro, no se aseguro 839.5 toneladas de precursores químicos que iban a ser utilizados para fabricar drogas de diseño o duras, sino 43 toneladas con 750 kilogramos de ácido tartárico, 300 de fenil acetamida, 312,800 litros de fenil acetato de metilo, 60,000 litros de cloruro de benzilo y 27,300 litros de ácido clorhídrico.
Así está la cosa.


Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com


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