jueves, 10 de marzo de 2011

¡Mamá mía. Están furiosos!



Vengó a decirle a la que nunca me supo amar que… Chin…’’. Ni siquiera fue la respuesta mexicana institucional al agravio que hicieron las agencias de Estados Unidos para armar a los cárteles de la droga mexicanos, mientras defendíamos sus penas y mucho menos para evitar que sus drogadictos siguieran volando, solo pedimos identificar a los suyos.
¿Qué pena la nuestra? Así fue la respuesta de la Procuraduría General de la República (PGR) al frente de Arturo Chávez Chávez, esa que el “Pato Pascual’’ embajador estadounidense ventilo como “gris’’, igual que las cartas que tiene el Partido Acción Nacional (PAN) para el 2012 no son nada y que regresará el PRI y que el presidente Felipe Calderón, mejor, dijo busquen afuera porque adentro “no hay’’.
Esto para defender su cruzada contra el crimen organizado y los barones de la droga que todavía no “baja’’ de sus nichos. Porque siguen haciendo y deshaciendo con respaldo de esos que los están combatiendo, pero desde allá, en vecino país, la ATF, ICE, DEA y FBI.
Esos grupos gringos ocupados y preocupados para que sus connacionales no se metan el perico, la diosa blanca, el hielo, adelgazar y todas, tantas que hay, pero no importando si siguen matando a los nopales mexicanos.
Saben que dijo la Procuraduría General de la República (PGR), antes que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para evitar un conflicto diplomático mayor, como el que ocurrió con Dimitri Negroponete, cuando fue embajador en nuestra Patria, mejor fue parar la bronca.
“Se entiende que Estados Unidos no autorizó el trasiego intencional y contrabando de armas a territorio nacional como parte de este operativo. El Gobierno de México no ha dado ni dará autorización tácita o expresa, bajo ninguna circunstancia, para que ello ocurra’’.
Bien bonito se ve eso. Ya ocurrió. Cuál es el resultado de la jodida operación “Rápido y Furioso’’ o traducimos “Fast and Furious’’. Esa que ha costado algo de las 38,000 vidas perdidas mexicanas, entre ellos los “daños colaterales’’ y pocos de ellos, claro.
¡Carajo, es deslinde o complicidad¡
Esa es la neta. Cómo es que los nuestros no sabían que se hacía allá, al lado de la frontera para identificar a los malosos.

CONTRADICCIÓN DE TESIS

Hasta ahora ellos, los que nos agraviaron llevan un alcalde, Eddie Espinoza, un jefe de policía, Ángelo Vega, un regidor, José Blas Gutiérrez y otras 11 personas.
Bien por esto. La huella o sigan el dinero que tanto abogan ellos, están presentando nombres.
¿Pero qué raro, todos son hispanos?
¿Acaso no hay cochinos anglosajones?
Eso es lo que tienen los medios de comunicación y los seudoanalistas. ¿Estamos esperando. Caray?
Para que se vea que no sólo por tener color café, ya eres malo.
¡Señores gringos, los retamos a que nos digan quiénes son sus capos de allá!
Y por lo menos que no digan que los nuestros: ¡Se ponen de a pechito, pues!



Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com

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