jueves, 17 de marzo de 2011

Ni agruras causo a EUA la enchilada Canciller


La “irritante’’ postura, demanda, reclamo u anhelo de Patricia Espinosa Cantellano, jefa de la diplomacia mexicana, ni causó “agruras’’, ya no indigestión con tibios argumentos de “enchilada picante’’ al comparecer en la Cámara de Diputados para explicar intromisiones criminales, bofetadas, dislates de agencias y el injerencista embajador estadounidense en nuestro país.
Fue cuestionada por patrioteros, pero defendida por nacionalistas, hoy en el gobierno de Felipe Calderón. Utilizó adjetivos de “irritante, inadmisible y exigencia de castigo’’, pero no motivo, argumento o sustento, como marcan las normas mínimas de la diplomacia para frenar los excesos del vecino del norte.
La permisividad injerencista al agente, perdón, embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, la criminal operación Rápido y Furioso de ATF, vuelos de aviones no tripulados para “compartir’’ datos de inteligencia y opiniones de Robert Muller del FBI en razón que nuestro Presidente no ha hecho lo suficiente contra cárteles de la droga para frenar el flujo la demanda, tuvieron sustento.
Cierto. El presidente Felipe Calderón tiene la facultad de acordar con su contraparte de Estados Unidos, Barack Obama todo lo que él considere indispensable o necesario para la salud, seguridad y democracia en nuestro país.
Pero al menos. Tenía que notificar a subalternos, para que cuando esto se descubra, tengan elementos por las Instituciones involucradas o contraparte con las de allá, coherencia al informar aquí, cuando medios informativos de Estados Unidos corren el velo para hacer que la caja de resonancia de active.
¿No creen?
Pues bien. Los vuelos de avioncitos de “inteligencia’’ de los cuales la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), cuenta con algunos de ellos, aunque se le han caído porque no los saben tripular, dijo no violentaron la soberanía mexicana. Está bien.

CONTRADICCIÓN DE TESIS

Pero que los comentarios de Robert Muller, responsable del Federal Bureau Investigation (FBI), que Felipe Calderón no ha hecho lo suficiente y calificados por la Canciller de “irritantes’’, si indignan a todo aquel que rinde pleitesía a la “Águila, Serpiente y Nopal’’, al menos tenía que haber hecho una seña obscena. ¿O no?
Así como el activismo casi al puro estilo de la vecindad de El Chavo del Ocho, implementada por Carlos Pascual, que ha llevado la relación bilateral Estados Unidos-México a la irritación, si no tiene nombre.
¡Mi hijo siempre me dice: Si no sabes Papá¡
Pero vamos a la chulada de frases de la Canciller: “no podemos negar que existen irritantes como en el pasado, hay situaciones difíciles, como se ha tenido a lo largo de la historia con Estados Unidos, que deben ser ahora abordados de manera prioritaria’’.
¿Cómo interpreta eso usted querido lector?
¡Pues que nos han zumbado, nos siguen zumbando y seguirán zumbando!
Ahora vamos por la otra. En serio. Sin bromas. Ustedes creen que los detenidos por la operativo de “Rápido y Furioso’’ que permitió al Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearmas and Explosives (ATF), dejar pasar 2,000 armas de asalto y alto poder, diga doña Patricia: “se trata de una situación sería y si se confirma’’ será inaceptable y exigiremos se sancione a los responsables con todo el peso de la ley.
¡Carajo¡ ¿No está confirmada?
Lean otra chulada. Dice que en esa investigación están involucrados el Departamento de Justicia gringo y la Procuraduría General de la República (PGR). ¡Vaya! Si todo lo que investiga la mexicana se le fuga, pero de manera legal ¿Qué esperamos?
No hubiera sido mejor que Patricia Espinosa, adelantara a los legisladores que ¡pediremos la extradición! de los que han sido detenidos, así sean funcionarios, porque allá sus leyes son tan laxas que los dejaran libres o los convierten en testigos protegidos, como ellos reclaman siempre a nuestras autoridades.


Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com

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