20:44
Rubén
Don Fernando Gómez Mont, flamante abogado, aún titular de la Secretaría de Gobernación, rozó de nuevo el “muro” de los lamentos y disculpas que asumió en los últimos meses ante otro desaguisado militar, que segó la vida de dos infantes y dos adultos, pero ahora convertido en “oficial” de partes de guerra, al volver a retar a capos, sicarios, gatilleros y pistoleros de los cárteles de la droga.
Rodeado del gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, y del titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), Genaro García Luna, Gómez Mont volvió a los retos contra los grupos del narcotráfico y crimen organizado: “Sí van a dar la batalla, que sea de frente”.
Se desconoce qué motivó tal afrenta. Se entiende que marinos, soldados, policías y funcionarios federales han caído en la guerra que el presidente Felipe Calderón asumió en diciembre de 2006, pero no se comprende porqué lo hizo otra vez. La primera fue contra los líderes de “La Familia Michoacana” y se ganó el mote de “bravucón”.
No se entiende porqué la visita del gobernante tamaulipeco fue para solicitar ayuda ante el embate del crimen organizado y las fugas masivas que están promoviendo los delincuentes.
Gómez Mont hizo una revelación simplista: “Se quedaron sin cuadros y están rescatando a sus mandos ante la pérdida de terrenos, porque entre ellos mismos se están destrozando”.
Los 19 mil muertos deberían de tener voz y voto para explicar si en efecto es por eso, porque entre los soldados, infantes de marina, familias, padres, madres e hijos de civiles y los gatilleros también han llorado. Pero no fijó cifras. Esas que a la autoridad le molestan porque dicen “no son precisas”, pero tampoco conocen los montos.
“Si van a dar la batalla, que lo hagan de frente, porque en el Gobierno Federal no estamos embozados”. Es un posicionamiento que no se entiende. Además que “en la lucha sin cuartel contra la delincuencia no se puede escoger el campo de batalla”, tampoco.
La anterior perorata la hizo sobre Michoacán y se recrudeció la guerra. Ahora lo hace sobre Tamaulipas. Como diría el dicho “No me ayudes compadre”. Cuando precisamente el gobernador de esa entidad vino a pedir respaldo, no echar gasolina a la hoguera.
Rodeado del gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, y del titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), Genaro García Luna, Gómez Mont volvió a los retos contra los grupos del narcotráfico y crimen organizado: “Sí van a dar la batalla, que sea de frente”.
Se desconoce qué motivó tal afrenta. Se entiende que marinos, soldados, policías y funcionarios federales han caído en la guerra que el presidente Felipe Calderón asumió en diciembre de 2006, pero no se comprende porqué lo hizo otra vez. La primera fue contra los líderes de “La Familia Michoacana” y se ganó el mote de “bravucón”.
No se entiende porqué la visita del gobernante tamaulipeco fue para solicitar ayuda ante el embate del crimen organizado y las fugas masivas que están promoviendo los delincuentes.
Gómez Mont hizo una revelación simplista: “Se quedaron sin cuadros y están rescatando a sus mandos ante la pérdida de terrenos, porque entre ellos mismos se están destrozando”.
Los 19 mil muertos deberían de tener voz y voto para explicar si en efecto es por eso, porque entre los soldados, infantes de marina, familias, padres, madres e hijos de civiles y los gatilleros también han llorado. Pero no fijó cifras. Esas que a la autoridad le molestan porque dicen “no son precisas”, pero tampoco conocen los montos.
“Si van a dar la batalla, que lo hagan de frente, porque en el Gobierno Federal no estamos embozados”. Es un posicionamiento que no se entiende. Además que “en la lucha sin cuartel contra la delincuencia no se puede escoger el campo de batalla”, tampoco.
La anterior perorata la hizo sobre Michoacán y se recrudeció la guerra. Ahora lo hace sobre Tamaulipas. Como diría el dicho “No me ayudes compadre”. Cuando precisamente el gobernador de esa entidad vino a pedir respaldo, no echar gasolina a la hoguera.
Contradicción de Tesis
Ahí estaba García Luna para ofrecer la ayuda a la limpia de “custodios” en los penales de Tamaulipas a Eugenio Hernández. “Quien dijo que no dijo lo que dijo” que estaban siendo rebasados por la delincuencia.
García Luna, creador y prestidigitador para desaparecer a la Agencia Federal de Investigación (AFI), hoy flamante Policía Federal, claro diferente a la Policía Federal Ministerial (PFM) que ahora cuenta la PGR, ya traía chamba desde la mañana.
Cuando se anunció la entrada de sus muchachos solos a Ciudad Juárez, ya no con el Ejército, para abatir la extorsión, secuestro y narcoejecuciones que han llevado a ese municipio a ser el más violento del mundo, según organizaciones civiles.
Con 5 mil elementos que atacarán nueve sectores, 155 cuadrantes sólo de Ciudad Juárez, de ningún municipio más de los 67 que componen el Estado más grande del país: Chihuahua. Y 412 patrullas, 8 vehículos blindados, 90 motocicletas y 4 aeronaves es el parque mencionado para lograr lo que no se ha hecho desde “Las Muertas de Juárez” hasta hoy.
Le alcanzarán los arrestos a García Luna o el 25 de mayo próximo, cuando se cumplan los 100 días del compromiso presidencial para evaluar “la bitácora de partes” tendrá que decir que no puede como no lo ha hecho en otros Estados y de nuevo recurrir al Ejército.
Es pregunta.
Por Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com.mx
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