lunes, 24 de mayo de 2010

El increible consuelo de la señora Lisette


El dictamen de la muerte de Paulette Gebara Farah, ofrecido por el procurador mexiquense Alberto Bazbaz Sacal, fue tan certero que ni la madre de la malograda niña lo aceptó. Pero lo más anecdótico es que Lisette Farah salió con “me es difícil creer, pero me deja tranquila saber que mi hija no sufrió”.
Vaya. Qué consuelo. Cómo es que se pone a dilucidar de nuevo ante los medios de comunicación un caso tan complejo, cuando ella estuvo sentada en la cama donde a la orilla se encontraba el cuerpo de su hija, lugar donde dio entrevistas y donde precisamente mostró nada de ternura, aflicción, desesperación o angustia.
Es para causar indignación. Dice que “el daño moral está hecho, fue público, yo no puedo exigir nada” con relación a si demandará a la Procuraduría General de Justicia del estado de México (PGJE) a cargo, precisamente de Bazbaz quien la arraigó, acusó y luego liberó para salir con la batea de “bazbaz”.
De pensar en demandar, debería ir planeado entregar a “alguien de su confianza, peritos, doctores, me expliquen” como lo dijo haría para revisar los resultados, peritajes y autopsia, también las fotografías que andan circulando en la red, donde se le ve como una joven fogosa, divertida, demasiado alegre y hasta desinhibida.
Mostrando su cuerpo desnudo de torso hacia abajo, partes íntimas, tatuajes bajo el ombligo y bajo la línea que separa los glúteos. Eso sería bueno que iniciara los peritajes por ambos lados y tratar así de resarcir el daño moral que le están haciendo pasar ahora nuevamente.
¿Qué se espera? Pues que Bazbaz Sacal salga lo mejor librado de su cargo. Se habla que llegará un ex funcionario que tiene amplia experiencia y que estuvo en la Procuraduría General de la República (PGR), mientras al que se va le ofrecerán un trabajo digno para que siga cobrando.
Esto con el fin de que ya no haga gastar a la administración del futuro próximo casi candidato del PRI en 2012, Enrique Peña Nieto, recursos en peritajes con la agencia estadounidense FBI, PGR, España y otros lares para futuras investigaciones, para salir con una resolución tan ñoña como fue la del viernes 21 de mayo.

Contradicción de Tesis

De acuerdo a la sesuda investigación de Bazbaz Sacal, éste tenía tres opciones. La de la muerte por accidente y asfixia –que fue la aplicada-; acusar a los padres Lisette y Mauricio Gebara de que saben más de lo que dijeron, pero sin consignarlos, o acusar a ambos de homicidio culposo.
La verdad es que esto ya sale sobrando. Lo único de cierto es que Paulette está muerta. La responsabilidad de quién fue, que pasó tras movilizar a medios y centenares de personas para encontrarla. Es más hasta los perros estaban perdidos.
Qué sigue. Que las personas de confianza de Lisette logren establecer el móvil. Habrá consignados o se acusará a la tan inútil autoridad sólo de indolencia. Acaso será grave esto, o más grave de cómo actuaron Lisette y Mauricio en esa trágica muerte de la pequeña.
Son preguntas.

Por Rubén Torres
rtorres@eleconomista.com.mx

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